La innovación en las empresas y Administraciones Públicas españolas va a marcar el futuro de la economía de nuestro país. De hecho, uno de los objetivos del Gobierno de Mariano Rajoy en esta legislatura es favorecer la innovación, para transformar y diversificar la economía española y basarla en el conocimiento.
Prueba de ello es que el dinero destinado por Rajoy en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) para el ejercicio de 2014 se incrementó un 1,3% respecto al mismo periodo del año anterior. Así, la cifra destinada ascendió a 5.633,15 millones de euros.
En estos momentos, una de las herramientas que la innovación tiene a su favor es la compra pública innovadora (CPI), destinada a potenciar el desarrollo de nuevos mercados desde el lado de la demanda a través de la contratación pública.
Sobre esta herramienta y más ayudas a la I+D+i debatieron varios expertos la semana pasada, durante el Observatorio de elEconomista "Compra pública innovadora: una oportunidad para crear valor".
Dos modalidades
La primera es la compra comercial, donde se incluye la Compra Pública de Tecnología Innovadora (CPTI), que consiste en la adquisición pública de un bien o servicio que no existe en el momento de la compra, pero puede desarrollarse en un periodo de tiempo razonable.
La segunda es la Compra Pública Precomercial (CPP), que es una contratación de servicios de I+D en los que el comprador público no se queda con los resultados de la innovación para su propio uso en exclusiva, sino que comparte con las empresas los riesgos y los beneficios de la I+D necesaria para desarrollar soluciones nuevas, que superen las que hay disponibles en el mercado.
A petición de la Administración
En cuanto a las principales novedades destaca que, hasta el momento, se fomentaba la innovación desde la oferta, es decir, las empresas contaban sus proyectos y aquellos que pasaban los filtros a fecha de fin de solicitudes, recibían financiación del Estado.
Sin embargo, todos los expertos coinciden en que una de las principales aportaciones de esta herramienta es que, por fin, la innovación va a ser financiada desde la demanda de las Administraciones Públicas. "No me digas qué producto quieres, sino qué función quieres resolver", resumió el subdirector general de Fomento de la Innovación Empresarial del Ministerio de Economía, Luis Cueto Álvarez de Sotomayor.
Así, la Unión Europea (UE) destinará 5.000 millones de euros a los proyectos piloto que impulsen la innovación empresarial.
"Una de las principales preocupaciones de la UE es fomentar la competencia y una buena forma de hacerlo es a través de la innovación. La CPI es uno de los instrumentos mejores para romper el bucle en Europa de te doy dinero, pero no llega al mercado. Nuestro reto es gastar muy bien los 5.000 millones europeos que tenemos para el periodo 2014-2020, para que estos productos lleguen al mercado y la mejor forma es comprando innovación", añadió el representante de Economía.
"Al financiar desde la demanda de las Administraciones Públicas, se junta que éstas pueden mejorar sus servicios a través de la I+D+i y si eso tira además de la innovación empresarial, matas dos pájaros de un tiro", argumentó Cueto Álvarez de Sotomayor.
Al hilo de esto, el director adjunto del área de servicios municipales de la Diputación de Jaén, Francisco J. Lechuga, explicó que estos fondos europeos van a alcanzar una doble finalidad.
"Por un lado, que se consiga lo que estamos persiguiendo, que se esté legislando en materia de la eficiencia de servicios públicos de las Administraciones. Por otro, fruto de esa implantación de tecnología innovadora se reducen los costes de éstos. Así, se origina actividad económica, se genera empleo, se crea una demanda que antes no existía...", apuntó Lechuga.
De esta forma, los primeros beneficiados de la innovación tecnológica serán los ciudadanos ya que, gracias a la compra pública innovadora y a los fondos europeos, las Administraciones Públicas tendrán más recursos para desarrollar proyectos empresariales que mejoren la vida de la sociedad.
En esta misma línea, el gerente de la Sociedad Mixta de Agua de Jaén (Somajasa), Juan Fernández Solís, señaló que una de las ventajas de la compra pública innovadora es que "se pueden financiar pequeñas poblaciones que no tenían acceso a ello".
Así, Fernández Solís argumentó que "a ninguna empresa le interesa invertir en poblaciones excesivamente pequeñas. Hemos vivido un boom en el que todos queríamos las mismas infraestructuras que el pueblo de al lado, pero no podíamos mantenerlo. Ahora ha llegado el momento en el que no queremos infraestructuras, queremos presentar nuestra demanda a las empresas y queremos que sea rentable".
En cuanto a este factor, el representante de Economía justificó que "donde te gastas mucho dinero es en equivocarte. Si la primera serie cero corre por parte de la empresa, su incertidumbre se eleva muchísimo. Por eso, la compra pública innovadora la minimiza mucho".
"Hay una cosa que no se había tenido en cuenta: los ciclos de vida de un producto no son fiables. Hoy en día una Administración Pública tiene que argumentar por qué una cosa más cara va a resultar más barata a la larga. Si se consigue, vamos a avanzar muchísimo en la compra de innovación. No hay que comprar lo más barato siempre, porque igual va a salir más caro. Además, la innovación más cara de hoy, puede ser la más barata el día de mañana", justificó el director general.
Según el director del Departamento de Gestión de Servicios de Acciona Agua, Alejandro Font, "desde Acciona tenemos una oportunidad de oro en esto, nosotros somos punteros en innovación. La CPI permite aflorar unos fondos de las Administraciones Públicas que si no éstas no tendrían".
Fondos españoles
No obstante, la financiación europea no es el único apoyo con el que cuenta la compra pública innovadora. El Ministerio de Economía y Competitividad tiene un programa a través del que prestará 1.100 millones para las primeras compras de un producto innovador.
"Lo interesante es que no se preste dinero para que se quede en un piloto, lo bueno es que fluya", argumentó Lechuga.
"Prestamos a tres años de carencia en condiciones de euribor más 0,1. Si las Administraciones Públicas se deciden a realizar esas compras, eso será muy bueno", justificó el subdirector general de fomento de la innovación empresarial.
También, el representante de Economía comentó un nuevo marco jurídico que prevé la directiva europea: los contratos de acuerdo o asociación para la innovación.
En palabras de Cueto, "este tipo de contrato es buenísimo porque va a mezclar el contrato precomercial con el de comprarlo luego. Una empresa ahora va a ser financiada por la Unión Europea para el piloto, pero ahora el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas va a permitir que el 20% que tenía que pagar España ahora lo pueda poner el sector privado". Sin embargo, aclaró que esta parte no puede ser financiada por una empresa que va a realizar el proyecto, sino una que represente a la globalidad del sector o las grandes patronales.
Siguiendo la línea de las novedades jurídicas, el responsable de Economía comentó el concepto de pyme innovadora. "Es relevante el Real Decreto que recupera las bonificaciones en la cuota de las empresas que contraten a investigadora. Así, las compañías pueden ahorrarse un 40% de un tercio que le suponen las cuotas a la Seguridad Social, que podrá bonificarse o deducirse por el Impuesto de Sociedades. Sin embargo, la pyme innovadora va a ser un nuevo concepto jurídico. De hecho, estamos creando una prueba piloto de un registro en el que, por el momento, tenemos 11.500 pymes. La pyme innovadora puede deducirse las cuotas y bonificarse a la vez", explicó Cueto.
Por otro lado, el representante del Gobierno también subrayó otra facilidad que pondrán en la compra pública innovadora: los pliegos tipo.
Desde su departamento han encargado al Observatorio de la Contratación Pública, un análisis de las cláusulas que sean incorporables y que profundicen en la guía ya existente, así como la realización de estos pliegos tipo (que están previstos estén para julio del próximo año).
Beneficios y objetivos
En cuanto a los principales beneficios que acarreará la compra pública innovadora, todos los expertos coinciden en uno: la creación de un empleo estable y de calidad.
"La innovación no es seta de un día. Requiere que la empresa se meta en un circuito, tenga a gente preparada, porque necesitas unos mimbres de saber hacer", explicó también Cueto.
Sobre los sectores más favorecidos de esta herramienta innovadora destacan el sanitario y el energético. En cuanto a subsectores, las renovables y el agua serán los más beneficiados.
Por otro lado, hay que destacar el "ambicioso" objetivo que se ha planteado el Gobierno: que el 3% de la licitación pública sea innovadora.
Desde el Ejecutivo la califican de ambiciosa ya que la licitación pública mueve entorno a 140.000 millones de euros, de tal forma que si todo fuera innovación, casi se alcanzaría el 2% de la licitación.
"España está a la vanguardia de la innovación. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), nuestro país ocupa el segundo puesto por detrás de Estados Unidos y de Canadá", dijo Cueto.
"No siempre necesitamos innovar, pero el problema es que a los gestores les interesa mucho más los beneficios a corto plazo y se impacientan. Hay que acompasar la prestación del día a día de los servicios con encargar un porcentaje de las compras del futuro", argumentó el representante de Economía.
"Tenemos una gran oportunidad de mejorar los servicios públicos y generar innovación. Tenemos dinero, mecanismos legales, capacidad y talento ", concluyó Cueto.
Fuente: El Economista
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